Al mismo tiempo que el aire en la superficie se enfría, la base de la masa de aire seco comienza a humectarse conforme pasa sobre el océano durante la etapa de preacondicionamiento. Al igual que el proceso de enfriamiento, al comienzo la humectación ocurre en la superficie y se va mezclando verticalmente por turbulencia mecánica. La capa humectada contiene núcleos higroscópicos, como partículas diminutas de sal o contaminantes, y va cobrando espesor gradualmente.
Este proceso de humectación se nota por el aumento de las temperaturas de punto de rocío. Al pronosticar la formación de niebla, puede resultar útil vigilar de cerca la temperatura de punto de rocío en la superficie sobre el mar. Cuando el punto de rocío se acerca a la temperatura de la superficie del mar, la formación de niebla puede ser inminente.
Esta es una regla empírica general que se utiliza a menudo: la formación de niebla es poco probable si el punto de rocío en la capa más baja es considerablemente más bajo que la temperatura de la superficie del mar.
Las parcelas de aire humectadas en los niveles inferiores adquieren empuje ascensional por convección debido a la menor densidad del aire húmedo. La convección impulsada por vapor a pequeña escala aumenta la humectación de la capa límite inferior.