Vigilancia meteorológica y actualizaciones del TAF > Conciencia situacional

En ciertas situaciones, no es suficiente mantener una vigilancia eficaz de las condiciones meteorológicas: lo que hace falta es conciencia situacional. En Estados Unidos, el programa de pronósticos TAF forma parte de un sistema más amplio de alertas y operaciones de pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología (NWS), y es consabido que cuanto mayor la presión a la que está sometido un sistema, tanto más probable será que falle. Las operaciones de cualquier oficina de pronósticos pueden alcanzar los límites de su capacidad en momentos de desarrollo rápido de convección, especialmente cuando la amenaza de evolución de tormentas abarca toda la zona. A menudo, la persona a cargo de redactar el pronóstico TAF también es responsable de preparar otros productos, no necesariamente para aviación, y debe recordar que la actualización proactiva del TAF también es un aspecto clave para lograr la misión del servicio meteorológico de salvar vidas y proteger la propiedad.

Una anécdota personal del autor de la presente lección servirá de ejemplo. Una vez, cuando trabajaba en el antiguo aeropuerto internacional Stapleton de la ciudad de Denver (Colorado), perdí de vista mi conciencia situacional mientras una tormenta severa se aproximaba al aeródromo. Aunque emití avisos y alertas de tiempo severo antes de la llegada de la célula, que apedreó la zona con granizo grande, se me olvidó actualizar el TAF e informar al jefe de la torre de control del peligro inminente. La tormenta generó pedriscos de 65 mm de diámetro en Stapleton. Un TAF actualizado o una simple llamada en el momento oportuno podría haber convencido al jefe de la torre de control a cerrar el aeropuerto un poco antes. Muchas aeronaves quedaron abolladas por el granizo y desgraciadamente el parabrisas de un avión se quebró durante el despegue, justo antes de que se cerrara el aeropuerto por la tormenta. Por suerte el piloto pudo dar la vuelta y aterrizar sin problemas.

Foto de una abolladura en el ala de un avión causada por un pedrisco grande