Observaciones sobre la turbulencia

La turbulencia es un importante motivo de preocupación para la industria de aviación, en todos los niveles de la atmósfera. Como a menudo las zonas de turbulencia no se detectan, en regiones despejadas pueden pillar desprevenidos a los pilotos que se encuentran con ellas. Un episodio de turbulencia puede dejar heridos a los pasajeros y los miembros de la tripulación y causar daños estructurales a la aeronave.

La turbulencia se incluye en las normas de competencia del pronosticador meteorológico aeronáutico, que exigen la emisión oportuna de alertas cuando se prevén condiciones peligrosas, como las de turbulencia, o cuando se espera que determinados parámetros alcancen niveles de umbral establecidos. Asimismo, las alertas se deben actualizar o cancelar de acuerdo con criterios documentados. Cuando esté prevista la existencia de una zona de turbulencia (moderada o más severa), es preciso indicar cuándo comenzará y cuánto durará e incluir información sobre su intensidad, extensión espacial y tipo (orográfica, mecánica, convectiva o en aire claro).

Los pilotos no siempre informan a los centros de predicción aeronáutica las zonas de turbulencia, pero la calidad actual de las imágenes satelitales permite detectar estructuras características en la atmósfera que nos pueden ayudar a identificar la probable existencia de zonas de turbulencia pese a la falta de tales informes. Esto resulta particularmente útil a la hora de reconocer la turbulencia en aire claro (TAC), el tipo de turbulencia más difícil de pronosticar y, por este motivo, el tema central de esta lección.