Peligros asociados a las supercélulas

Las supercélulas constituyen solo una pequeña proporción del total de la convección profunda húmeda, pero son responsables de producir una parte desproporcionada del tiempo convectivo más severo. Dudha y Gallus (2010) declaran que las supercélulas provocan tiempo severo con mayor frecuencia que cualquier otro tipo de tormenta y que además causan tiempo severo más intenso. En su estudio, las supercélulas representan más de la mitad de todas las tormentas observadas en los Estados Unidos y alrededor del 91 % de ellas produjeron tiempo severo.

Vientos destructivos

Las supercélulas producen en promedio más informes de viento severo que cualquier otro tipo de tormenta excepto los ecos en forma de arco. Debido a la clasificación supercelular, se deben considerar los vientos destructivos más que los vientos dañinos (excepción: si diagnostica con seguridad una supercélula elevada. Esto se debe a que las corrientes descendentes de las supercélulas elevadas suelen estar bastante aisladas de la superficie por una capa profunda de aire potencialmente frío).

Granizo grande

Las supercélulas generan más de dos tercios de todos los informes de granizo. Las supercélulas dan de promedio las mayores cantidades de informes de granizadas severas, sobre todo para granizo de más de 2,5 cm. La fuerza y duración excepcional de la corriente ascendente hacen que esta tenga un gran potencial para producir granizo de gran tamaño, porque permite que la congelación continúe en la capa de crecimiento del granizo (−10 °C a −30 °C) durante un período de tiempo prolongado. Deberíamos al menos considerar la posibilidad de granizo gigante cuando se trata de una supercélula.

Crecidas repentinas

La precipitación intensa capaz de producir crecidas repentinas no es un peligro que se asocia automáticamente a las supercélulas, sobre todo las más pequeñas o las más rápidas. Las supercélulas tienden a ser relativamente poco eficientes en su capacidad de producir precipitaciones, pero estas tormentas también procesan enormes cantidades de vapor de agua. El resultado de estos dos fenómenos contradictorios en términos de lluvias intensas es que las crecidas repentinas son más probables con las supercélulas más grandes o más lentas.

Tornados

En promedio, las supercélulas producen muchos más tornados que cualquier otro tipo de tormenta. Entre el 15 y el 30 % de las supercélulas son tornádicas (por ejemplo, Dudha y Gallus 2010; Trapp et al. 2005a). Sin embargo, una proporción alta, del 20 al 40 %, de los mesociclones en niveles bajos están vinculados a tornados. Los mesociclones de niveles bajos más fuertes, especialmente si están inmersos en entornos tormentosos que puedan soportar la tornadogénesis, justifican la posibilidad de emitir un aviso de tornado.