Peligros relacionados con las tormentas pulsantes y multicelulares

Las multicélulas de escala de tormenta tienen menos probabilidades de generar peligros convectivos severos que las supercélulas. Dadas las condiciones de cizalladura baja de capa profunda, la cantidad de energía potencial convectiva disponible (CAPE) para las corrientes ascendentes individuales es uno de los principales predictores de la probabilidad e intensidad de los peligros convectivos. Las corrientes ascendentes individuales tienen duraciones relativamente cortas, un factor que, probabilísticamente, limita el crecimiento potencial del granizo y la generación de otros peligros convectivos. En particular, la amenaza de tornados supercelulares en entornos con cizalladura débil es prácticamente inexistente.

Vientos dañinos

Especialmente en entornos con altos valores de CAPE que contienen capas de aire ambiental seco, las corrientes ascendentes pulsantes más fuertes pueden transportar suficiente humedad hasta los niveles altos para que su evaporación en el aire ambiental seco contribuya a la formación de una corriente descendente fría y densa capaz de producir vientos dañinos en superficie. Los vientos dañinos son también más probables en las multicélulas que avanzan con un flujo general fuerte pero de cizalladura débil, mediante el transporte de aire con valores elevados de momento lineal desde los niveles altos hasta la superficie en corrientes descendentes aisladas. La probabilidad y extensión geográfica de los vientos dañinos también aumentan a medida que las multicélulas suben de escala y desarrollan bolsas de aire frío más grandes e intensas.

Granizo grande

El granizo puede crecer y alcanzar grandes tamaños si los embriones de granizo entran en contacto con agua sobreenfriada, especialmente en la capa que va de −10 °C a −30 °C, siempre y cuando pase suficiente tiempo en dicha capa. En entornos con cizalladura débil y valores de CAPE elevados, las corrientes ascendentes pueden intensificarse lo suficiente durante un breve período para introducir gran cantidad de agua líquida sobreenfriada en la capa de crecimiento del granizo, aunque la naturaleza de pulso de estas corrientes limita el tiempo de residencia del granizo y, en consecuencia, su tamaño. Desde un punto de vista probabilístico, es bastante inusual observar granizo de un tamaño mayor que una pelota de golf en las tormentas severas pulsantes.

Crecidas repentinas

La cantidad de precipitación que se recibe en un punto determinado depende de la intensidad de la precipitación y de la duración de la exposición a esa intensidad de precipitación. Aunque las multicélulas con cizalladura débil (tormentas pulsantes) pueden generar períodos de lluvias muy intensas, especialmente en entornos con altos valores de CAPE, las dimensiones reducidas y la escasa duración de la corriente ascendente limitan el potencial de crecidas repentinas. Los entornos con altos valores de CAPE y un flujo predominante débil (células lentas) y los períodos prolongados de desarrollo de una corriente ascendente sobre el mismo lugar crean las condiciones óptimas para las crecidas repentinas. Encontrará más detalles al respecto en Doswell et al. (1996).

Tornados

Es muy improbable que se formen tornados supercelulares en las multicélulas que están embebidas en una capa profunda con cizalladura débil. Sin embargo, pueden formarse tornados no supercelulares en multicélulas de escala de tormenta con cizalladura débil. En las primeras etapas de formación de una corriente ascendente, la vorticidad vertical encerrada en un límite inferior puede estirarse verticalmente y crear —a nivel del suelo— una circulación de una magnitud similar a la de un tornado, siempre y cuando la corriente ascendente crezca muy enérgicamente y permanezca sobre el citado límite un cierto tiempo. Este proceso requiere un gradiente vertical de temperatura muy perpendicular y un flujo débil respecto del límite para una capa profunda.