Diagnóstico
Una vez que identifique con seguridad la señal de propagación anómala de la tormenta, utilice esta sección como guía para estimar la severidad de la tormenta asociada. Por lo general, las escalas temporal y espacial de una señal guardan alguna relación con la fuerza de la corriente ascendente. En otras palabras, cuanto más grande y más persistente sea la señal, tanto más vigorosa será la corriente ascendente que la produce. En las señales basadas en la velocidad, normalmente la fuerza de la corriente ascendente se puede evaluar por la magnitud de las velocidades radiales medidas. Para determinar si la severidad de una tormenta está aumentando o disminuyendo, examine su evolución temporal completa. Entre la señal del radar y el desarrollo de las tormentas asociadas puede producirse cierto desfase temporal, como ocurre, por ejemplo, con los tornados generados en las supercélulas durante el colapso de la tormenta original.
Cuando compare varias señales para diagnosticar la severidad relativa, tenga en cuenta que se supone que se hayan obtenido a distancias del radar iguales. En caso contrario, una tormenta detectada a mayor distancia (con un haz más ancho) podría parecer más débil o que está debilitándose, mientras que una detectada más cerca (con un haz más estrecho) podría parecer más vigorosa o que está fortaleciéndose.
Grado de severidad
La propagación anómala de la tormenta puede manifestarse como una anomalía de velocidad, de dirección o de ambos tipos. La cantidad de desviación del vector movimiento de la tormenta respecto del flujo predominante puede indicar la severidad de la tormenta. Esto se puede explicar considerando la helicidad relativa a la tormenta. El polígono sombreado en el ejemplo 1 está delimitado por la punta del vector movimiento de la tormenta y la hodógrafa misma entre la superficie y la cima de la capa de flujo entrante de la tormenta (que a menudo es la capa de 0 a 3 km). Esta región es una medida de la helicidad relativa a la tormenta o, alternativamente, de la cantidad de «vorticidad paralela al flujo» utilizable asimilada por la tormenta. Normalmente, cuanto más la tormenta «se aleje de la hodógrafa», tanto mayor será la cantidad de helicidad relativa a la tormenta que esta asimila en el flujo entrante en niveles bajos, lo cual aumenta el potencial rotacional en niveles bajos de la tormenta. Estas hodógrafas ilustran estos principios.

En esta hodógrafa, una tormenta avanza puramente con el flujo predominante (la línea y el cuadrado rojos indican el vector movimiento de la tormenta) y está asociada a un área de helicidad relativa a la tormenta (sombreada) de aproximadamente -94 m2/s2

Esta tormenta (cuadrado rojo) avanza a 16 nudos más rápido que el flujo predominante, lo cual produce un área de helicidad relativa a la tormenta (sombreada) de aproximadamente −140 m2/s2

El aumento más drástico en la helicidad relativa a la tormenta en presencia de una hodógrafa con curva hacia la izquierda se obtiene con las tormentas que avanzan hacia la izquierda, como la que se muestra en esta hodógrafa, cuyo movimiento a 16 nudos hacia la izquierda respecto del flujo predominante produce un área de helicidad relativa a la tormenta de aproximadamente −222 m2/s2

Una tormenta que se desplaza hacia la derecha en un entorno de hodógrafa con curva hacia la izquierda podría generar valores de helicidad relativa a la tormenta mucho más bajos, como esta tormenta que avanza a una velocidad de 16 nudos hacia la derecha del flujo predominante y produce un un área de helicidad relativa a la tormenta de aproximadamente 21 m2/s2. Esta situación debería aumentar las probabilidades de su disipación o, al menos, disminuir su potencial de intensificación. A la inversa, con una hodógrafa con curva hacia la derecha, una tormenta que avanza hacia la derecha experimentará los valores de helicidad relativa a la tormenta más altos y las probabilidades de sobrevivencia de las tormentas que avanzan hacia la izquierda serán menores.
Después de examinar las hodógrafas de 290 supercélulas, Bunkers et al. (2000) determinaron un vector de corrección que mide el grado de desviación respecto del viento medio en la capa de 0 a 6 km (el flujo predominante). Este vector de corrección, que oscila entre 3 m s−1 y 16 m s−1, se añade al flujo predominante. De acuerdo con estos resultados, se usa una desviación de ~7,5 m s−1 para estimar el movimiento futuro de la supercélula. En términos generales, no está claro por qué algunas supercélulas desvían considerablemente respecto del viento medio, mientras que otras lo hacen en mucho menor medida. Una desviación del viento medio superior a 10 m s−1 podría estar relacionada tanto con los efectos de la corriente saliente de la tormenta como con las interacciones entre la tormenta y su bolsa de aire frío y alguna frontera atmosférica preexistente (Bunkers et al., 2000).

Un estudio climatológico realizado en los Estados Unidos relaciona la magnitud de la cizalladura en la capa de 0 a 6 km con el grado de desviación de las supercélulas que avanzan hacia la derecha respecto del flujo predominante (Bunkers, 2000).
La consideración de todos estos aspectos relacionados con la propagación de la interacción entre la corriente ascendente y la cizalladura de capa profunda le ayudará a determinar si se trata de una señal significativa. La propagación anómala es una de las pocas señales que pueden influir directamente en su decisión de emitir un aviso de tormenta severa, porque se basa en la fuerte conexión que el proceso de asimilación de helicidad establece con las características supercelulares. No obstante, la información del radar nunca debe usarse de manera aislada y siempre se debe considerar junto con la información sobre el entorno cerca de la tormenta y cualquier otro informe que esté disponible.
Peligros convectivos más probables
Si se ha determinado que una tormenta es severa y que avanza de forma anómala respecto del flujo predominante, considere la posibilidad de incluir los siguientes peligros convectivos en el aviso de tormenta severa:
- vientos dañinos: supercélula
- granizo grande: supercélula
- lluvias intensas capaces de provocar crecidas repentinas: supercélula
- tornados: la clasificación de supercélula implica la posibilidad de formación de tornados, pero requiere la consideración de otros aspectos relacionados con el ambiente. Busque más evidencia, como cizalladura fuerte en la capa de 0 a 1 km y un nivel de condensación por ascenso (NCA) bajo.
Consulte los «Modelos conceptuales de los tipos de tormentas», donde encontrará explicaciones detalladas de las razones para incluir ciertos tipos particulares de tiempo severo.