Modelo conceptual

El mesociclón en niveles medios se puede usar como señal de radar definitiva para identificar las tormentas supercelulares. La presencia de un mesociclón en niveles medios indica rotaciones de pequeña escala en la corriente ascendente de la tormenta o en sus proximidades. Dicho flujo rotacional está asociado a la vorticidad vertical creada por la inclinación de la vorticidad horizontal ambiental (inherente a un entorno de cizalladura vertical) por una intensa corriente convectiva ascendente y su posterior estiramiento por efecto de la aceleración vertical de las burbujas en la corriente ascendente. Encontrará una descripción más completa de estos procesos en el Modelo conceptual de tormentas supercelulares.

Patrón de velocidad doppler de un mesociclón típico del hemisferio sur (circulación con giro horario) que tiene un pico de velocidades tangenciales de 25 m s-1 (48 kt) a un radio de 3 km del centro de la circulación (punto negro); el círculo indica el radio de vientos máximos. La longitud de las flechas es proporcional a la velocidad del viento. La imagen de la derecha muestra como aparecería esta circulación en la imagen de velocidad base de un radar doppler.

Patrón de velocidad doppler de un mesociclón típico del hemisferio sur (circulación con giro horario) que tiene un pico de velocidades tangenciales de 25 m s−1 (48 kt) a un radio de 3 km del centro de la circulación (punto negro); el círculo indica el radio de vientos máximos. La longitud de las flechas es proporcional a la velocidad del viento. La imagen de la derecha muestra como aparecería esta circulación en la imagen de velocidad base de un radar doppler.

Una señal persistente de mesociclón en niveles medios indica una corriente ascendente fuerte y razonablemente constante asociada con una supercélula. Por lo general, las supercélulas pueden producir los cuatro peligros de la convección severa que se usan en Australia para identificar las tormentas severas, siendo el granizo grande y los vientos dañinos los que más probabilidades tienen de ocurrir. Muchos estudios realizados desde los años setenta, entre ellos una climatología de los eventos ocurridos en Estados Unidos en 2007 (Duda y Gallus, 2010), concluyen que las supercélulas no solo provocan tiempo severo con más frecuencia que otros tipos de tormentas, sino que además causan tiempo severo más intenso.

Aunque la presencia de un mesociclón está asociada al riesgo de que la tormenta original genere un tornado, estudios recientes han comprobado que la correlación entre las detecciones de mesociclones en niveles medios y las observaciones de tornados es relativamente baja. Trapp et al. (2005) encontraron que solo alrededor del 15 % de los mesociclones en niveles medios detectados eran tornádicos. Por el contrario, estudios pioneros de los años setenta inicialmente sugerían que nada menos que el 50 % de los mesociclones detectados por el radar fueron tornádicos.

Para evaluar el potencial de que ocurra un tornado es fundamental considerar el entorno cerca de la tormenta, especialmente la cizalladura vertical del viento y la humedad relativa de la capa de 0 a 1 km (Thompson 2003; Craven y Brooks 2002). Además, la evidencia de un mesociclón en niveles bajos es más importante que un mesociclón en niveles medios a la hora de considerar el potencial de que se forme un tornado.

Clasificación de las tormentas

Un mesociclón en niveles medios persistente y significativo es, por definición, parte de una supercélula. En general, para determinar o confirmar la clasificación de la tormenta que está observando, use este diagrama de flujo para escoger el modelo conceptual de tormenta que debería considerar más seriamente.

Diagrama de flujo empleado en la Oficina Australiana de Meteorología para clasificar las tormentas de acuerdo con un análisis del entorno y de radar.

Encontrará más información en la sección Modelo conceptual de tormentas supercelulares.