Definiciones de tormenta severa pulsante y de tormenta multicelular
Las tormentas multicelulares pequeñas consisten en un cierto número de células individuales muy próximas entre sí. Dichas células individuales pueden compartir elementos de la nube, el volumen de precipitación y la bolsa de aire frío. Normalmente, las células nuevas comienzan a formarse antes de que las células más antiguas se disipen, lo cual significa que las multicélulas tienden ser considerablemente más longevas que cualquier corriente ascendente individual.
Se trata de tormentas de escala meso-γ (2-20 km; Orlanski 1975) en entornos con cizalladura débil o, en palabras sencillas, tormentas en la «escala de tormenta», en contraposición a los sistemas convectivos de mesoescala (SCM). La comprensión del entorno de cizalladura de capa profunda y de la intensidad de la bolsa de aire frío del sistema, dos de los impulsores más importantes en el desarrollo de las tormentas, nos permite entender el comportamiento y la apariencia de estas tormentas. En esta sección solo consideraremos los entornos de «cizalladura débil», definidos subjetivamente en términos cizalladura de 0 a 25 kt en la capa de 0 a 6 km. Los sistemas con «cizalladura fuerte» —los que tienen valores superiores a 25 kt en la capa de 0 a 6 km— se describen más adecuadamente en las secciones sobre los modelos conceptuales de tormentas supercelulares y de sistemas convectivos de mesoescala.
Una pequeña multicélula organizada se caracteriza por el inicio frecuente de nuevas células que son más fuertes que sus homólogas sin organización. Las corrientes ascendentes que organizan el sistema oscilan entre pulsos de breve duración y corrientes ascendentes de mayor duración semejantes a penachos que finalmente tienden a adquirir características supercelulares a medida que aumentan la inestabilidad y la cizalladura en el entorno capa profunda.
Entre los factores que determinan el comportamiento y la apariencia de las multicélulas pequeñas cabe mencionar:
- la bolsa de aire frío,
- la cizalladura vertical,
- el forzamiento (procesos físicos asociados con el inicio de corrientes ascendentes nuevas),
- la inestabilidad ambiental,
- los vientos relativos a la tormenta
- y otros factores.
En las multicélulas pequeñas con cizalladura de capa profunda débil, la intensidad de la bolsa de aire frío es uno de los impulsores más importantes.
Multicélulas de escala de tormenta con una bolsa de aire frío débil
En el escenario de una bolsa de aire frío débil (fig. 1), el inicio de células nuevas está controlado por algún mecanismo de forzamiento externo, como un frente frío, ondas de gravedad o calentamiento diferencial. Las nuevas células tienden a formarse a lo largo del eje de forzamiento, fuera de la bolsa de aire frío relativamente pequeña del sistema. Dependiendo de la configuración de los forzamientos en relación con el sistema, las multicélulas con una bolsa de aire frío insuficiente pueden propagarse hacia atrás (en este caso, a la izquierda), pese a que las células individuales se desplazan en sentido contrario siguiendo el flujo predominante (en este caso, a la derecha). La cancelación parcial de la propagación y el movimiento de las células puede conducir a un sistema de movimiento muy lento y a un mayor riesgo de crecidas repentinas. La forma y el movimiento de las multicélulas con una bolsa de aire frío débil coinciden con el forzamiento externo.

Fig. 1. Vistas desde arriba (A) y desde un lado (B) del modelo conceptual de una multicélula con una pequeña bolsa de aire frío, que está resaltada con un sombreado en azul claro. La nube se muestra con un sombreado gris y los valores de reflectividad aproximados de 20, 40, 50 dBZ están contorneados con líneas de puntos verdes, tabaco y rojas, respectivamente. El flujo de entrada (salida) en niveles bajos se muestra con líneas de corriente rojas (azules). La flecha doble en (A) muestra el eje del corte vertical que aparece en (B). En (B), las flechas rojas muestran las corrientes ascendentes y las flechas azules, las descendentes.
Multicélulas de escala de tormenta con una bolsa de aire frío fuerte
En el caso de una multicélula pequeña con una bolsa de aire frío fuerte (fig. 2), el inicio de las células nuevas está controlado por la propia bolsa de aire frío del sistema. El inicio de una nueva célula se fuerza principalmente a lo largo del borde de ataque de la bolsa de aire frío (frente de racha) y está modulado por factores ambientales como la cizalladura del viento o la inestabilidad. En un entorno de cizalladura débil, el frente de racha tiende a moverse más deprisa que las células individuales, de manera que las células se forman y maduran a medida que caen detrás del frente de racha y se disipan en forma de células elevadas encima de la bolsa de aire frío del sistema. El inicio continuo de nuevas células en la región de rápido movimiento del frente de racha produce un sistema de propagación hacia delante.

Fig. 2. Modelo conceptual de una multicélula pequeña con una bolsa de aire frío fuerte (sombreado en azul). La nube se muestra en sombreado gris con los valores de reflectividad aproximados de 20, 40, 50 dBZ contorneados con líneas de puntos verdes, tabaco y rojas, respectivamente. El flujo de entrada (salida) en niveles bajos se muestra con líneas de corriente rojas (azules). La flecha doble en (A) muestra el eje del corte vertical que aparece en (B). En (B), las flechas rojas muestran las corrientes ascendentes y las flechas azules, las descendentes.
Transición de débil a fuerte de la bolsa de aire frío de una multicélula de escala de tormenta
La mayoría de las multicélulas pequeñas tienden a formar bolsas de aire frío más extensas y profundas si persisten o aumentan de escala. En tales casos, lo más probable es que el sistema inicie células nuevas a lo largo del frente de racha y que la bolsa de aire frío llegue a ser dominante. Este tipo de transición puede también estar asociado con cambios importantes en el movimiento del sistema, ya que ahora la propagación impulsada por la bolsa de aire frío altera el movimiento previo del sistema.