La precipitación es uno de los procesos meteorológicos más importantes. El agua de superficie es imprescindible para la existencia de la vida terrestre. La precipitación es un componente del ciclo hidrológico, o del agua, ilustrado a continuación. La precipitación es el mecanismo de recarga de la superficie, que pierde agua por evaporación o escorrentía, y, como tal, sustenta la vida.
Medir la intensidad de la precipitación y área de superficie que se beneficia de ella es esencial para evaluar la disponibilidad del agua. Todos sabemos que las precipitaciones pueden ser intermitentes y que su distribución es desigual. Las consecuencias de recibir en pocas horas una cantidad de lluvia equivalente a la que suele caer en el transcurso de varios días pueden ser importantes: la lluvia que normalmente conduce a condiciones óptimas para los cultivos pasa a provocar crecidas repentinas potencialmente catastróficas. Por ejemplo, en 2010, en algunas zonas del estado de Tennessee (EE. UU.) cayeron en dos días más de 480 mm de lluvia, equivalente a la cantidad que esa región recibe normalmente en el transcurso de varios meses.
Foto captada el 4 de mayo de 2010 durante un reconocimiento aéreo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Federal Emergency Management Agency, FEMA) de la inundación de Dyersburg, Tennessee, provocada por tormentas severas, que dañó y destruyó viviendas y negocios.
Para monitorear adecuadamente la disponibilidad del agua es preciso medir la distribución espacial de la precipitación. Si bien un lugar individual puede recibir cantidades considerables de precipitación, es también posible que un lugar vecino no reciba ninguna.
Esto significa que debemos medir la precipitación en función tanto del tiempo como del espacio. En teoría, esto parece sencillo: se instala un pluviómetro (o un balde o cubo) y se mide periódicamente la cantidad de agua que contiene. Para medir la precipitación en una zona extensa, se instala un número adecuado de pluviómetros a través del área de interés. Como se explica a lo largo de esta lección, sin embargo, medir la precipitación y evaluar la incertidumbre son asuntos más complejos.